martes, 14 de octubre de 2025

Clase 25 : Cuento El Despertar de la Primavera.

El Despertar de la Primavera



Había una vez un pequeño pueblo llamado Floridia, rodeado de colinas y bosques. Durante el invierno, el paisaje se cubría de blanco y todo parecía dormido bajo una manta de nieve. Pero los habitantes de Floridia sabían que algo mágico estaba a punto de suceder: la llegada de la primavera.


En el corazón del pueblo vivía una anciana sabia llamada Abuela Elara. Era conocida por su conexión especial con la naturaleza y su habilidad para prever la llegada de cada estación. Todos los años, cuando el último copo de nieve caía, Abuela Elara organizaba una celebración para dar la bienvenida a la primavera.


Ese año, el invierno parecía haberse aferrado un poco más de lo usual. Las calles estaban cubiertas de nieve y el viento soplaba frío. Pero Abuela Elara no perdía la esperanza. Con su bastón de roble en mano, salió cada mañana a inspeccionar los brotes de los árboles y las pequeñas flores que comenzaban a asomarse.


Un día, mientras caminaba por el bosque cercano, Abuela Elara encontró un capullo de flor extrañamente grande y brillante. Parecía contener en su interior la promesa de la primavera en su máxima expresión. Con cuidado, lo llevó de vuelta al pueblo y lo colocó en el centro de la plaza, rodeado de velas encendidas y guirnaldas de flores.


La noticia del misterioso capullo se extendió por todo el pueblo, llenando a los habitantes de emoción y anticipación. Todos aguardaban con impaciencia el momento en que la flor se abriría y anunciaría la llegada oficial de la primavera.


El día esperado finalmente llegó. El sol brillaba cálidamente en el cielo y los pájaros cantaban alegremente. En la plaza, los niños y los adultos se reunieron en torno al capullo, con los corazones llenos de esperanza y alegría. Abuela Elara, con una mirada de profunda satisfacción, pronunció unas palabras de gratitud por la naturaleza y sus ciclos eternos.


De repente, el capullo empezó a temblar y se abrió lentamente, revelando una flor resplandeciente de pétalos rosados y amarillos. Era más hermosa de lo que cualquiera hubiera imaginado. El aroma embriagador llenó el aire, y un suave murmullo de asombro recorrió la multitud.


Esa noche, Floridia celebró con una fiesta bajo las estrellas. La plaza se iluminó con linternas de colores y la música y la risa llenaron el aire. Era como si la primavera hubiera traído consigo una nueva vida y energía a todo el pueblo.


Desde entonces, cada año, Floridia recordaría aquel momento mágico cuando la flor misteriosa anunció el inicio de la primavera. Abuela Elara se convirtió en una leyenda, y su sabiduría y conexión con la naturaleza se transmitieron de generación en generación.


Y así, en aquel pequeño pueblo rodeado de colinas y bosques, la primavera siempre sería recibida con gratitud y alegría, recordando que incluso en los momentos más oscuros del invierno, siempre hay espacio para la esperanza y la renovación.

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